miércoles, 5 de noviembre de 2014

normas y limites...quilates para el diamante

De nuevo partimos juntos por el apasionante recorido vital que supone el alcanzar el luminoso destino  del desarrollo personal y parental...
 
En los Procesos ( Proceso quiere decir que a la primera no suele salir bien y que no se llega al destino en un paso)  de enseñanza-aprendizaje en general, acto "mágico" de transmisión de valores , actitudes , habilidades y conocimientos. Y concretamente en la relacion entre los padres y madres y los hijos o hijas se ve reflejada en ocasiones una distorsión entre lo que hacemos (por ejemplo: Gritar), respecto  a lo que sentimos y pensamos (indudablemente y si estáis leyendo estas líneas  y con total certeza serán emociones y pensamientos íntimos positivos, de Amor y Vínculo hacia vuestros cachorros humanos)...en ocasiones estas distorsiones son perfectamente evitables estableciendo eficazmente aspectos que todos conocemos...en la entrada de hoy de puliendoeldiamante comenzaremos a trabajarnos en alguno de ellos...EL ESTABLECIMIENTO DE NORMAS Y LIMITES.
 
Los límites le dicen al niño "hasta aqui sí, mas alla no", proporcionándoles seguridad para desarrollarse en el mundo..las normas son los traductores de los límites en la práctica.
Cada familia ha de establecer sus propias normas para enmarcar la organización necesaria para que la familia sea funcional y Funcione. 
 
En el entorno de convivencia familiar todos deben Conocer claramente lo permitido y lo no permitido, y para eso es necesario decirle a niño "no" y además mantener el "no" siempre que sea necesario.
 
Establecer un estilo comunicativo adecuado en la Convivencia Familiar va a permitir ejercer la autoridad necesaria sin que el niño la viva como una imposición.
 
Hay tres elementos magicos que facilitan toda comunicación (la escucha activa, la empatia y la habilidad para motivar).
 
A las Personas y mas aún a estos bellos frutos por madurar que son los niños hay que escucharles haciendoles sentir y entender que se les atiende; por ejemplo, mirandoles a los ojos o agachándose poniéndose a su altura...y tener presente que para un niño "todo es importante", poniendose en su lugar, aunque para nosotros "adultos" sean cosas sin importancia.
 
Además hay que reforzar positivamente esta pequeña estructura personal, cimentándola con atención mantenida y frases "mágicas" que estamos poco acostumbrados a regalar  como:
 
"ahora entiendo lo que quieres" o "me encanta que hablemos".
 
Pero estos tres ingredientes (la escucha activa, la empatia y la habilidad para motivar) se tienen que presentar con una buena guarnición, con el desarrollo de algunas habilidades como son:
 
Coherencia en los Mensajes, Dar información positiva, Expresar emociones negativas y positivas, Pedir y escuchar opinión, Crear un clima emocional de respeto y afectuosidad que facilite la comunicación...
 
Pero todo esto no sirve de nada si no comenzamos a tomar conciencia de nuestro cuerpo, de la dimensión no verbal de la comunicación y de su  gran peso en el conjunto de los mensajes que emitimos y recibimos...y los niños hasta que dominan el lenguaje verbal,son mucho más capaces de comprender esta dimensión no verbal del lenguaje...
 
Y en definitiva, como padres y madres, ¿que es lo que hacemos continuamente con nuestros hijos?...¿que acto nos define, perfila y refleja en el espejo de la parentalidad?...
 
...La forma en que nos comuniquemos con ellos y con el mundo.


 
 
 

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