Es para mí, como siempre, un placer el sentirme acompañado por tu lectura y así poder acompañarte a ti querido amigo o amiga en este viaje a las entrañas de las relaciones padres-hijos que supone pulediamante.blogspot.com
Hoy vamos a abordar un tema de "sentido" y "ocupación" común de todos nosotros, ¿Que necesita cualquier niño para crecer sano?.
Lo primero que cualquiera de nuestros hijos necesita, es que les aseguremos la satisfacción de sus principales necesidades, es decir, su desarrollo y capacitación sin violencia, proporcionándoles el reconocimiento y la orientación necesaria que lleva implícita la fijación de límites a su comportamiento, para posibilitar su pleno desarrollo.
Pero, ¿cómo se ejerce?.
Con nuestros hijos debemos establecer vínculos afectivos sanos, protectores y estables, para que los niños se sientan queridos y aceptados. Esto supone el fortalecimiento continuado de los vínculos familiares a lo largo de todo el desarrollo del cachorro humano, modificando las formas de expresión del afecto con la edad.
Como padres y madres, debemos procurar un entorno estructurado y servir de modelo, guía y supervisión para que los niños aprendan normas y valores. Por ello debemos establecer rutinas y hábitos para la organización de las actividades cotidianas donde se llevan a cabo estos aprendizajes.
Es también crucial, estimular su aprendizaje escolar y también el cotidiano (muy olvidado en las familias contemporáneas), para el fomento de la motivación y de sus capacidades. Para ello nos fijaremos las características y habilidades de los niños y apoyaremos todos sus aprendizajes valorando sus avances y logros.
A todos nos gusta que los demás, sobre todo los más queridos, muestren interés por nuestro mundo, nuestras experiencias y puntos de vista y que seamos tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones. ¿Por qué no aplicamos esta teoría al mundo infantil?.
Así, debemos capacitar a nuestros hijos para que perciban que pueden ser agentes activos, competentes y capaces de cambiar las cosas e influir a los demás. Recomiendo, para ello, establecer espacios y tiempos de escucha, interpretación y reflexión de los mensajes recibidos en la escuela, con sus iguales, en la comunidad, y en el mundo del ocio y los medios de comunicación.
Para terminar y como no puede ser de otra manera, debemos educar a nuestros hijos sin violencia, excluyendo toda forma de castigo físico o psicológico degradante, pues no queremos ser modelo inadecuado de relación interpersonal y no queremos hacer a nuestros hijos vulnerables ante relaciones de dominación impuestas por la fuerza.
Seguro que estáis aplicando estos principios de PARENTALIDAD POSITIVA en la crianza de vuestros hijos, no me cabe duda.
Y de regalo por vuestra fidelidad y buena compañía, un vídeo relacionado con la entrada esta entrada.
¿Qué necesita un niño para crecer sano?
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