miércoles, 11 de marzo de 2015

ADOLESCENCIA,UNA FASE DE PASO.

Estimado lector, buscador insaciable de respuestas. Con la entrada de hoy vamos a comenzar un pequeño recorrido de TRES ENTRADAS a través de una de las etapas del ciclo de la vida que más os ocupan y os preocupan como padres, la Adolescencia.

 

Hoy abordaremos brevemente algunos de los Hitos que cualquier adolescente debe alcanzar para continuar con exito una nueva fase del ciclo. Considero valioso conocer todas estas pequeñas metas para que como padres, madres y educadores (todos al fín y al cabo) podamos aprovechar las múltiples oportunidades pedagógicas que se nos presentan cada día con nuestros hijos adolescentes.

 

En próximas entradas profundizaremos en aspectos como Identidad, Cualidades y Capacidades, Corporeidad, Distanciamiento con la Familia de Infancia, Sexualidad..etc.

 

Acompañare a cada entrada un juego de interacción para que cuando encuentres ocasión puedas disfrutar  y crecer con tu hijo o hija preadolescente o adolescente.

 

En un esquema del desarrollo del esquema de vida del hombre, sencillo y aceptable, cambiamos por primera vez nuestro estado bilógico y social cuando pasamos de la fase lactante a la infancia; después, cuando de niños pasamos a adultos; y , por último, cuando de adultos entramos en la vejez.

 

Cada fase de paso lleva consigo dificultades. Perdemos una parte de las conquistas y no estamos seguros de estar a la altura de las exigencias de la nueva etapa , ni de poder aprender lo necesario para

afrontar las nuevas situaciones.

 

Las personas, en la adolescencia, comenzamos, por primera vez de forma consciente, a descubrir y definir el potencial completo de nuestro propio YO,  y sin poder tomar referencia de ningún YO conocido, seguro y experimentado, como ya podemos hacer cuando somos adultos.

 

Este estado de transición es pues menos seguro y agradable para el adolescente-experiencialmente- que para el niño. Los adolescentes además no disfrutan de forma ilimitada (ni pueden, ni deben) del prestigio y/o estatus social de sus padres, y no están seguros de ser capaces de dirigir, una vez adultos, su propia vida.

 

En verdad, ningún adolescente tiene la garantía de poder gozar un día de los beneficios del status de adulto.

 

Esta "falta de garantía y certeza", puede ser vivida con desagrado y servir de lastre o en cambio con la adecuada motivación, acompañamiento y encuentro con nuestros hijos adolescentes servirles de acicate para proseguir su desarrollo.

 

De verdad creo y no soy yo solo, que el dilema del adolescente consiste en que intenta en primer lugar convertirse en adulto, (imitamdo a veces los modelos inadecuados de conducta que tenemos los adultos) y sólo, en segundo lugar ser adolescente.

 

El adolescente se encuentra con estos hitos:

 

1.- Desarrollar adecuadamente la autonomia de su propia voluntad. Tomar sus propias decisiones, plantarse metas realistas, aceptar contradiciones, juzgarse y apreciarse a si mismo.

 

2.-Estar dispuesto a convertirse en adulto, confiando en si mismo. Lo cual supone tener experiencias exitosas y agradables.

 

3.- Aprender a fijar metas a largo medio y largo plazo.

 

4.-Obrar autónomamente de acuerdo a sus propios juicios y de su propia Responsabilidad moral.

 

Los adolescentes afrontan estas tareas mas o menos voluntariamante antes o después. Es sin duda muy positiva el apoyo y disponibilidad de escucha y ayuda ofrecidas por el adulto. Un buen punto de contacto es el creciente interés de los adolescentes por el propio Yo y sus propios sentimientos.

 

La adolescencia, es un periodo de revalorización del Yo, salen a flote temas como el de la independencia y la autonomía, de la autoafirmación y la sumisión, del erotismo y la sexualidad.

 

 

Este proceso de desarrollo no deben hacerlo solos, es algo en que como adultos tenemos que tener claro cada uno desde nuestra posición de padres, profesores, educadores informales (entrenadores, monitores de tiempo libre...). Los adolescentes necesitan la aportación y presencia de personas importantes relacionadas con ellos y con su contexto con un único mensaje:

 

"Aprende a aceptar el hecho de ser responsable de tí mismo y de que un dia deberas sostenerte con tu propia fuerza. Desarrolla todas tus energias hacia esa meta".

 

El adolescente en muchas ocasiones durante la búsqueda de los lazos de reafirmación interna del Yo, desvaloriza a sus padres; recibe nuevos puntos de referencia (cada vez más temprano...) y se identifica con modelos no familiares.

 

Aquí se plantea las normas recibidas y pone a prueba su validez y las rechaza, acepta, varia o complementa.

 

Y asi, poco a poco, con empatia, emoción, plasticidad parental y acompañamiento...habiendo establecido normas y limites claros en la infancia...la Adolescencia, pasa...

 

JUEGO DE INTERACCION: EL COEFICIENTE DE FELICIDAD

 

Con los adolescentes no podemos fiarnos de las apariencias, aunque muchos, desde fuera parecen felices, es con frecuencia un periodo de inseguridad, conflictos y cierta soledad.

 

Este juego ayuda a adquirir confianza con la idea de que la felicidad no se conquista o se crea en sentido técnico y que no es algo que se deba mucho a condiciones externas, sino más bién a una actitud interior.

 

Necesitarás poca cosa, un vaso de agua un papel y un boli...y lo podrás proponer en cualquier momento como ves, de manera informal...sin que tu hijo conozca a priori el objetivo del juego.

 

Comienza llenado un vaso de agua por la mitad y juega con tu hijo. Pregúntale y Pregúntate ¿cómo ves el vaso? ¿medio lleno o medio vacío?...y propón a tu hijo que piense y  diga cúal es su coeficiente de felicidad actual de 0 a 100. Hacerle ver las distintas gradaciones...

 

En el caso de que no diga 100, invítalo a pensar en manera el o ella misma ha contribuido a su infelicidad.

 

Motívalo para que haga una lista de las cosas que tiene en este momento y que le hacen feliz, invítale a que ponga también cosas que quizá da por descontadas...(tener un techo, vestido, salud...).

 

Comentar que a veces pensamos que somos felices sólo con la condición que sucedan algunas cosas:

 

"Seré feliz sólo después de haber hecho el examen" ; "Seré feliz cuando pueda ir a ...,  a hacer que...etc".

 

La verdad es que no es posible decidir cuando se puede ser feliz, pues la felicidad ni se compra ni se gana. Contentándonos con lo que tenemos y responsabilizándonos de lo que hacemos en cada momento subiríamos nuestro índice de felicidad.

 

Y a partir de aqui...habla con tu hijo, pregunta y acepta sus preguntas:

 

¿Quién es la persona más feliz que conoces?; ¿De qué o quién me siento agradecido? ¿Vivo las alegrías del momento?...

 

Deseo la una semana más que puedas incorporar a tu buena mochila de madre o padre, alguna de las herramientas que hoy te presento. Hasta la próxima geólogo pulediamante.

 

                                           pulediamante.blogspot.com

               https://www.facebook.com/home.php#!/events/1551251318485637/

 
 
 

 




No hay comentarios:

Publicar un comentario